El caso "Fornerón e hija vs. Argentina" se refiere a la violación de derechos humanos por parte del Estado argentino en el proceso de guarda y adopción de Milagros, la hija de Leonardo Fornerón, sin su consentimiento. La Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que Argentina fue responsable por vulnerar los derechos a las garantías judiciales, a la protección judicial y a la protección de la familia, entre otros.
En resumen, el caso se originó cuando la madre de Milagros, sin el consentimiento de Fornerón, entregó a la niña en guarda preadoptiva a un matrimonio. Fornerón, tras la confirmación de su paternidad mediante pruebas de ADN, reclamó judicialmente a su hija y denunció la situación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La Corte Interamericana, al analizar el caso, encontró que el Estado argentino no había garantizado los derechos de Fornerón y su hija, especialmente en lo que respecta a la participación del padre en las decisiones sobre su hija y al acceso a la justicia.
La Corte condenó a Argentina a adoptar medidas de reparación, incluyendo la implementación de un régimen de visitas y la investigación de la denuncia de Fornerón sobre la supuesta venta de su hija. El caso es emblemático por evidenciar la importancia de la protección de los derechos de los padres biológicos y la necesidad de que los Estados cumplan con sus obligaciones internacionales en materia de protección a la familia.